10.3.11

Adoración



En África, los ritos y ceremonias, son llevados a cabo tanto en la ciudad como en el monte. Las ceremonias celebradas en la ciudad, son precedidas por una proclamación de confinamiento de mujeres y los no iniciados. Esto se hace por medio de tocar las notas Ogboni, en el tambor y el akuwón exclama Wo o firi ko m’oju kuro. Esto es una advertencia suficiente para todas las mujeres, ya que ellas dentro de los cultos a Eggún y a Orún, no están permitidas junto con los no iniciados a los cuales se les avisa para buscar un escondite seguro. Todas las casas deben ser cerrada por completo, para evitar la intrusión de cualquiera que no encuentre donde esconderse, ya que la ceremonia puede durar entre 24 h, y 3 meses lunares.
En algunas fiestas, las fiestas se componen de reparto de comida, de bebidas, y danzando alrededor de la aldea, desde la casa de Osugbo donde se encuentra el consejo superior, hasta rodear completamente la aldea.

Las fiestas dentro de las aldeas mas corrientes son:

1. Ceremonia de Oro Doko: Esta ceremonia es celebrada en el Igboro en Ondo, probablemente en relación con el festival de la batata. Solía durar tres meses lunares.

2. Ceremonia de Oro Pagi: u, Oro Jegi como el Ceremonia relacionada con Irana ( calabaza de Irana ). Esta es una ceremonia por medio de la cual un espíritu maligno es exorcizado de la vivienda.

3. Ceremonia Ipade. Esta es celebrada al exterior de una vivienda exorcizada, poniéndose indumentarias y otras pertenencias del espíritu exorcizado antes de ser trasladado a las montañas.

4. Ceremonia del destierro: Se denomina también como despido de la ciudad de un criminal o de una persona indeseable. Esto puede compararse con el veredicto directo en un juicio celebrado por los jefes de la tribu La casa de la persona afectada es rodeada por los miembros de la asociación Oro haciendo girar sus bastones-Oro. La persona entonces es detenida y llevada a las montañas para el destierro o ejecución. Generalmente se dice de una persona desterrada de esta manera: Nwon fi Oro le e ni ilu, él es desterrado por medio de Oro.

5. Ceremonias fúnebres. Los cadáveres de los miembros de la asociación no pueden ser enterrados hasta que las ceremonias necesarias hayan sido celebradas. Para la ejecución de las ceremonias, El entierro no será autorizado hasta que los honorarios sean pagados y valiosos regalos de bebidas sean hechos a los Ogbonis. Esta costumbre, ahora, está siendo vista desfavorablemente y puede ser pronto eliminada, ya que al igual que los Egungún, utilizan estas oportunidades para vanagloriarse a sí mismos.

Las ceremonias son celebradas también en el monte. Para este propósito es elegido un lugar solitario. Este es preparado y se le conoce como Igbo Oro o la arboleda de Oro. Aquí son celebradas las ceremonias ocultas, así como las ceremonias de iniciación de muchos de los adeptos. Sólo hay un castigo por la intrusión en la arboleda, o la interrupción de algunas de las ceremonias, que es por lo general, la muerte.

Origen Histórico del término Oro




El origen del término Oro ha dado lugar a muchas especulaciones así como contradicciones. Se especula que la palabra Oro, nace de un descubrimiento musical causado por el Oricha de la música, llamado Abe o Ise. Otra hipótesis relación a la adoración a Oro, es que los Hausas, utilizaban una estaca Oro, para espantar los pájaros de las cosechas y granjas, debido al zumbido que creaba, hasta que los Yoruba lo descubrieron. Una tribu lo usaron para espantar a los pájaros, y los ingeniosos Yorubas lo adoptaron como una forma de adoración a los espíritus.

No sería prudente el descartar todos los mitos Yoruba y leyendas como poco fiables. Algunos de ellos llevan el sello de origen reciente. Otros han sido tan modificados hasta perder su valor para finalidades prácticas. Pero hay unos pocos que contienen elementos que han sobrevivido desde el remoto pasado. Se le puede dar un sentido también lógico, dentro de los márgenes de estudio e investigación, a la altura de compararlo con determinados cultos egipcios.
Para comenzar con esta comparación, señalaremos las comparaciones de algunos de los Dioses egipcios, con los Yoruba. Por ejemplo, hay un Dios egipcio que se asemeja con Oro, y es Orión, que aunque no es para nosotros mas que una constelación, para ellos es el mismo Orión Sahú. Como ejemplo de esta hipótesis, podemos comparar lo que se comenta en relación de Oro, y es que, Oro, devora el árbol de los sacrificios. Si bien Oro es quien de una forma u otra, en estas tribus se encargaba de desintegrar a los criminales, por la otra, es Orión quien tenía la similitud, en sus acciones, llegando incluso a devorar a los mismos Dioses.

Es muy difícil, que estas teorías sean pura casualidad, pues no es comprensible, dada la gran similitud de hechos entre estos dos Dioses, pudiendo decir incluso de este Dios, Oro, Orión.

Otro título de Oro es Imalé, que es, hijo de la tierra. Geb, el dios que representa a la tierra, es el esposo de Nuit, la diosa que representa al cielo estrellado y a la madre de Orión. Es fácil ver la razón de porqué Oro está descrito como el hijo de la tierra.

El informe detallado del dios yoruba Oro, nos muestra que es una supervivencia del dios egipcio antiguo Orión. Éste es considerado como un dios poderoso. Es, pues, fácil ver la razón de porqué Oro, el superviviente y tan poderoso dios, ejerce un gran poder en el culto Yoruba.

La profundidad de la impresión que el dios ejerce sobre la creencia Yoruba, puede ser medida por la extensión con que es temido, y por la variedad de sentidos en que la palabra Oro es usada. Mostrando el carácter del dios como un espíritu ancestral perteneciente a la familia, la tribu o la nación, e ilustrando la severidad del castigo con que el dios es capaz de imponerse......

Sociedad Elukú

Eluku al igual que Oro, es adorado por muchos pueblos africanos, como por ejemplo entre los Eggbas de Abbeokuta. Estos en este caso, están eclipsados por el culto a Oro mucho más que a Eluku. Como Oro, Eluku es adorado en más de un distrito. Es adorado por los Egbas en Abeokuta, donde su adoración ha sido eclipsada por la de Oro. Siendo este uno de los sitios de mayor adoración por el mismo, junto con los Aworís y los Ijebbú. Eluku, es el espíritu deificado de un antepasado, al igual que uno de los dioses de estas tribus. Se ha impuesto un gran secreto en relación con su adoración. No hay forma de entrar ni de acceder a ningún secreto guardado, y los mismos están en posesión de una asociación que se compone de personas iniciadas, y éstas tienen tan celosamente guardados sus ritos y ceremonias que es muy pequeña la información que se ha filtrado al mundo de los no iniciados.

El principal obstáculo en el modo de obtener información, es que la representación de las ceremonias, se realizan fuera del pueblo y por la noche, y una sola vez al año Antes de que empiecen las ceremonias, es proclamado un confinamiento similar al de Oro .Los miembros de la asociación se reúnen en la casa de la asociación y luego hacen una procesión a través de la ciudad hacia el bosquecillo Eluku. Hay personas que van chiflando por todo el camino, durante la procesión, hasta llegar al lugar de ceremonias.

Sin embargo, es en relación con ritos funerarios, que alguna información interesante relativa a la adoración Eluku, puede ser obtenida. Por ejemplo, si un miembro de la asociación Eluku muere, los miembros supervivientes se reúnen para celebrar solemnes ritos fúnebres, que al contrario de los de Oro, no son tan caros. Las ceremonias son representadas al tercero, séptimo y cuarenta días, después de la muerte del miembro. Las ceremonias mas corrientes, son las del día 14, dada la distancia que hay entre la muerte y los 40 días. Las ceremonias del séptimo día son las más importantes, incluso por la importancia ceremonial que se realiza en estos días.

Se suele utilizar el mismo cadáver, pero por el tiempo transcurrido y la descomposición, se sustituye por un tablón desnudo que representa al mismo. Este es colocado una hora después de la puesta del sol, en un recinto cercado bien iluminado a la luz de las velas, y es invocado el espíritu, al cual se le hacen preguntas sobre él, que son contestadas. Esto se hace mediante el súyere siguiente:

J’epo l’aiye o!
B’ai jeun l’orun a ko mo
Se’re l’aiye o
B’ai sere l’orun, a ko nio.

¡Come, espléndidamente en este mundo!
Nosotros no sabemos si hay comida en el cielo,
¡Come bien en este mundo!
Nosotros no sabemos si hay buena comida en el cielo”
Los sacrificios son ofrecidos, el muerto es invocado de nuevo y responde con los fuertes gritos de Eluku.

La mayoría de los mitos sobre Eluku son de origen extraños. Se dice que había nacido en Iraye, en la casa real de Oniloku, el rey de Iraye. Durante su vida mostró tal poder espiritual que, después de su muerte, se creía que su poder espiritual era todavía válido para sus seguidores.

En Ifa a la muerte tambien se le llama Ikú.

En Ifa a la muerte tambien se le llama Ikú.

La historia dice, que era una etapa donde los seres humanos fueron recogidos por Iku al cielo antes de su tiempo predestinado. Los Orishas tambien tenian miedo y estaban molesto hasta el dia que llego Orunmila. Un dia cuando Iku no se dio cuenta Orunmila fue y consiguio el martillo de la muerte; la herramienta de Iku, como Iku notó que había desaparecido el martillo debilitado fue detrás furiosamente a la casa de Orunmila y le mando que le devolviera el martillo, Orunmila rechazo lo dicho y dijo: "No, tu fuiste seleccionado por Olodumare para llevar los seres humanos a su tiempo vencido, pero tu has dejado morir a los seres humanos cuando tu deseaste." Iku contesto: Si ellos no mueren muere la tierra." Orunmila: tu no tienes ningun derecho, de tomar a los seres humanos antes de su tiempo, despues de larga reflexion, Orunmila reconocio la logica en lo cual Iku dijo: "Si los seres humanos nunca mueren, morira la tierra, porque la tierra no estaría capaz de alimentarlos a todos." Con lo cual Orunmila convino con Iku en la siguiente condicion: "Te devuelvo tu martillo y debes jurar que jamas y nunca te vas a llevar a mis hijos antes su tiempo vencido." Mis hijos llevan mi Ide sagrado en la mano izquierda. Todos los iniciados de Ifa tienen puesto el Ide en la mano izquierda. Asi fue cerrado el pacto entre Iku y Orunmila, que todos los hijos de Orunmila no seran llevado antes de su tiempo.

Onifa es una iniciacion que solamente es realizada por el Babalawo y para todos los seres humanos está disponible. Onifa contiene los Ikines, un Ide, el Ileke, un Ota, el Iyerosun así como la Agere-Ifa. Por la mano de Orunmila también se determina el dios de la proteccion de cada persona. Tambien se toma posesion de convertir la destinacion por su Odu. La iniciacion se divide en tres días. La historia indicada arriba es una ampliada explicacion a la mano de Orunmila

El Aressun

En una religión como el Batuque, concebida como un todo que glorifica la vida, hablar de muerte es casi imposible, aún cuando engloba el concepto como parte de su existencia, evidenciada en la presencia de un local específico -el Balé o Igbàle- donde se rinde culto a los ancestros del grupo. Pero estas ceremonias se efectúan por lo general sólo de tanto en tanto, y son restringidas a las personas más allegadas a la casa de Batuque o a la muerte física de afiliados a ella en los grados más altos. Indefectiblemente, cuando se menciona a alguien que no está más, se antecede -como ocurre en el interior del país- la palabra "finado" o "fallecido", como para connotar su estado diferente -peligrosidad, àshé específico, situación más allá- aún mediante el lenguaje. En efecto, todo recaudo es poco en la observación de los rituales para los égún, fuerzas a las que de hecho casi se les respeta más -o de otro modo- que a los orisha.
Como vimos anteriormente, cada jefe de culto guarda en su casa no sólo sus objetos rituales, sino también los que pertenecen a sus hijos espirituales que por razones diversas no pueden tenerlos en sus propios domicilios. Otros hijos que ya hubieran llegado al punto de poder alojar sus àshé en su propia casa, forman, con el templo-madre, una especie de "gajos" o "renuevos" ligados por parentesco ritual. Por motivos obvios, el caso de fallecimiento de hijos cuyos àshé aún estén en la casa madre, comporta un grado menor de alteraciones en el ritmo de funcionamiento de las casas "hijas", cumpliéndose los procesos rituales - de rigor en la casa del jefe. Es siempre menos simple llevar a cabo los ritos necesarios en casas de quienes son a su vez jefes o cabezas de ilé, liberados o no, ritos que vía de regla serán efectuados por quien aprontó esos àshé, o en su defecto por el padrino o madrina, o en último caso por otro sacerdote que posea la autoridad y conocimiento necesarios para dar cumplimiento al desligamiento o neutralización de las obligaciones.
Cuando muere un jefe lo primero que debe hacerse es "despachar" o sea disponer la salida de la energía de los orisha de la calle, Bara Lodé y Ogùn Avagan que son los dioses y custodios del camino. Ambos orisha se despachan en un lugar bien alto donde haya malezas, especialmente tártago, depositados sobre una "cama" de maíz tostado, sacrificándose encima tres gallos y un casal de palomas. La obligación se abandona allí, entre la "cama" de cereal (renovación de la vida) y el "cobertor" de plumas, garantía de la incesante rueda de los ciclos universales. Las quartinhas se quiebran totalmente así como el recipiente donde reposaba el ocutá, quedando los trozos en derredor de esa obligación liberada en su elemento natural. Antes de quebrarlas se envuelven en un paño rojo (color de Bara) y por sobre éste uno blanco, color de luto. Esos paños son pasados por el cuerpo de quien efectúa el despacho, rompiéndolos luego como señal de disgregación. Vueltos a la casa se retira a Ajelu, Bara de dentro de casa, se lleva a la playa, donde se cumple un ritual idéntico al anterior, sólo que la cama en vez de ser tostada es hervida. Despachar a los Bara en primer término simboliza la necesidad de "abrir los caminos" de quien partió.
Todos los otros asentamientos ya se bajaron de las prateleiras (estantes del pèji), se dice que están "arriados", con las respectivas quartinhas del agua vacías y acostadas. Sólo las del dueño de casa si éste fuera el caso son apoyadas sobre la boca de las mismas, esto es, paradas al revés.
Toda la obligación permanece sobre un mantel blanco en el igbàle hasta el séptimo día, cubierta con el ala de Oshala, también blanco. Sólo quedarán arriadas del mismo modo pero en el pèji si el fallecido era el jefe de la casa. De todos modos, las quartinhas de todos los hijos cuya obligación aún estuviera en ese pèji, se bajan, vacían en el verde y se acuestan en el suelo en señal de luto y permanecerán allí hasta la "misa del mes", cuando serán llevadas a otros templos. Si alguno de los hijos fuese encargado de la sucesión de la casa, el trigésimo primer día se llenarán y subirán las quartinhas aunque la casa no deba funcionar para rituales de Batuque por espacio de un año. Las quartinhas que estén en casa de los hijos del jefe fallecido también guardarán luto por treinta días, pero no puede nadie batir cabeza, pasar servicios religiosos, encender velas, saludar ritualmente a los orisha, consultar buzios, ni dar su bendición del mismo modo que en el pèji del difunto. Estas interdicciones alcanzan a los hermanos religiosos del extinto. Pasados los treinta días pueden retomar sus funciones exceptuando "toques" o marcar obligaciones hasta cumplirse el año y un día. Al año y dos días se efectúa un sacrificio en honra del fallecido y entonces sí todo vuelve paulatinamente a su ritmo.
En general es bastante raro que luego de la muerte de un jefe el ilé siga funcionando, contrariamente a lo que sucede en el Candomblé, que la sucesión es lo normal; pero nada impide que un babalorisha o iyalorisha designe en vida a uno de sus hijos para continuar su tarea, aún legando sus santos de afuera -que en rigor pertenecen más a la comunidad del templo que a él mismo, contrariamente a su Bara de dentro, que es personal-.
Para el entierro, el fallecido es vestido con su mejor ropa ritual y adornado con sus guías imperiales y chuveiros. Pero del lado que no se ve, esa ropa estará rasgada, y los hilos de cuentas cortados a propósito, señalando las diferencias vida/muerte, en las circunstancias en las que ningún adepto viste una prenda rota o come en un plato cascado. La caramelera con el asentamiento de bori descansa en el cajón, destapada, bajo la cabeza del muerto. Toda la ropa ritual y uniformes que perteneciera a éste es rasgada, preparándosela para los siguientes tramos del camino de despedida. Se descuenta que el velatorio de los miembros del Batuque que han alcanzado los grados superiores de jefatura no se efectúa en otro lugar que no sea su templo, ya que hay rituales que en las casas de servicio fúnebre no podrían hacerse. Se prepara en la cocina de la casa un abundante "risotto", es decir arroz con pollo o gallina, comida que sólo se toma en estos casos, ya que al considerarse "comida de égún" ningún adepto la prueba en otra ocasión. El féretro se coloca en medio del salón, donde los orisha danzan, sostenido por sillas o bancos. Bajo, un plato con la comida de égún -el primer cucharón de la olla- testifica la comunión entre los mundos. En derredor cada cual con su plato en mano, pide "agó" a su jefe para comer, como en las fiestas comunes de orisha.
Al anochecer, en torno al cajón, se forma la "rueda de égún", todos de blanco -el color del luto- y calzados, muy juntos y sin expresar los gestos característicos de los trabajos de los orisha. Contrariamente a la rueda normal, que sólo avanza en sentido antihorario, ésta avanza y retrocede cuidando cada uno no pisar ni ser pisado.

En algunas casas el ala de Oshala queda suspendido encima del muerto durante todo el tiempo que permanezca en la casa, como solicitando protección y misericordia para el que parte. Llegado el momento de salir para el cementerio el féretro es levantado y oscilado en su posición por nueve veces, y es retirado, siempre nueve pasos adelante y reculando tres atrás, hasta colocarlo en el coche que lo conducirá, no sin antes hamacarlo nueve veces. Nueve, número de lansã Igbàle y égún, la reina de la escoba que todo lo barre y su cortejo de esqueletos. Por cierto que el coche fúnebre de empresa del ramo es una moderna adaptación. En rigor, el cadáver ilustre debería ser cargado y bailado desde su ilé àshé hasta el ilé iku, deteniéndose en cada encrucijada para recibir y brindar los últimos respetos, con los atabaques tocando en sordina, de espaldas. Pero los tiempos han cambiado, el ritmo de la ciudad es hoy otro, y sólo en la puerta del cementerio se retomará el cajón para mecerlo, avanzando y retrocediendo, hasta llegar al lugar destinado como última morada. Allí entonces se agitarán los pañuelos blancos de la despedida y cantando la reza correspondiente, se rogará al orisha que en vida del égún gobernara su cabeza le conceda descanso. Socialmente, el difunto ha sido separado de los vivos, ingresó en el mundo de los que han sido, es un ancestro, un antepasado del grupo de culto. Ocupa un lugar tan destacado como en vida, pero en sentido inverso: provocará desde ahora un temor proporcional al poder que tuviera en su vida sacerdotal, solo que no mezclado más con amor o devoción. Comenzó a experimentar el respetuoso exilio al que lo relega el mundo del Batuque.


El "despacho" del eru

Cuanto más alto sea el grado de iniciación del difunto, tanto más costosa será la despedida -ineludible, por cierto-, sacrificándose animales, aves y cuadrúpedos para cada uno de los asentamientos que tuviese hechos. A diferencia de la normalidad (polaridad vida) no importa el color de los animales, sólo que haya suficientes para aplacar al égún. Tampoco se los limpiará adecuadamente, se dividirán en dos trozos -partes derechas e izquierdas, las patas enfrentadas hacia la calle, las inhalas se presentan crudas. Es decir, todo el rito cumple una oposición. Los allegados sólo comerán de las partes derechas, relacionándose las izquierdas con el pasado, el duelo por quien "pasó".
Las limpiezas son integradas por ingredientes no comunes, el omiero contiene yerba mate y café, se utilizan pembas ralladas negra, marrón y blanca o carbón pulverizado, polvo de ladrillo y albayalde, como símbolos de la tierra, oscura y fértil, y la claridad de la luz eterna. Escarbadientes, que representan a los vivos, son utilizados por los presentes para protegerse de los destellos de energía negativa que pueden restar del égún. En fin, los orisha que ocupan a sus hijos no ostentan la gozosa complacencia por estar y danzar de los días normales. Se desplazan apenas, se saludan entre ellos y saludan los puntos de rigor de modo diferente, marcando siempre que esa llegada es pesarosa, contraria a la normal en la que glorifican la vida. Tampoco dejan su asheré cuando parten, y la puerta del pèji está cerrada.
Dentro del cuarto sagrado, en medio, el amala de Shangò marca asimismo sus diferencias, confeccionado con abundante repollo.
Los objetos del muerto van siendo colocados, rotos ya, alternados con las comidas de égún en grandes canastos. El tamborero inicia el toque de atètè y cada uno se limpia sobre los cestos. Hecho esto, se sacrifican aves encima y se colocan flores y velas, que son encendidas. Pasado un tiempo prudencial, estas últimas son apagadas y los canastos alzados y oscilados, llevándose a despachar al mar. El eru ha quedado, definitivamente, liberado de sus obligaciones rituales.
Ahora solo resta, si fuera el caso, "sentarlo" en el igbàle para que, de tanto en tanto, pueda ser cultuado. Los habitantes de este espacio también sagrado, pero en otro sentido- cumplen función de "centinelas" de la casa de Batuque. Son presencias invisibles que garantizan al dueño de casa la no intromisión de otros égún que podrían ser hostiles. De algún modo, el igbàle es una fuerza mágica de reserva, de defensa y ataque del que se sirve un babalorisha o iyalorisha para controlar su territorio particular, en forma más o menos reservada. Y desde allí los ancestros también marcan las normas del grupo, estableciéndose como custodios del caos, tanto exterior como interior.
Para quienes nunca han visto un igbàle, o balé como se le denomina corrientemente, se trata de una construcción sin ventanas, con una única puerta siempre cerrada. Dentro de ella hay un pozo (buraco) donde se efectúan los ritos pertenecientes al culto de los égún. Ese es todo el misterio, porque lo más importante, en realidad, es lo que no se ve.



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Bibliografía
Libro: CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DEL BATUQUE - una religión natural: ni locos, ni raros
Autor: Bàbálórisà Milton Acosta Òséfúnmi
Montevideo, Uruguay, 1996
©Copyright Milton Acosta

Atendemos a nuestros ancestros?


La atención a Egun es de suma importancia si se quiere mantener la armonía y la eficacia a la hora de la realización de ceremoniales en la religión Yoruba. Una de las reglas principales de esta religión es la de atender a Egun o como se les llama comúnmente, a los muertos, antes de comenzar cualquier ceremonia.
De esta manera podemos observar que antes de que comience cualquier ceremonia de envergadura , siempre se le pregunta al Egun con el oráculo de los cocos, si está conforme con lo que se está haciendo, algo que aprovechará para manifestar algún mensaje o necesidad, si así lo requiere.
Esta ideología Yoruba con respecto a los muertos parte de la idea de que algunos Santos fueron muertos antes de llegar al nivel de orisha, o sea que tuvieron que evolucionar sus imperfecciones aquí en la tierra a pesar de que poseían una esencia divina dentro de su ser. En nuestro Nacion se acostumbra a atender a Egun en el cuarto del Valet donde tambien mora Eleggua como encargado de cuidar de los Egunes , en donde se canaliza la energía de espíritus guías y familiares difuntos gracias a rezos, oraciones y peticiones , la luz de un velón y ofrecimientos como tabaco, café, miel, aguardiente, frutas, Cocos flores y comidas de las que le gustaban a los difuntos.aparte de las comidas que previamente se les dará a Eleggua.
Entre los Yorubas existen 3 agrupaciones o sociedades que se encargan de realizar ceremoniales de profunda envergadura a Egun. Estas sociedades datan de los tiempos más antiguos y llevan por nombre: Ogboni, Gelede y Egungun

La vida y la ...muerte





Los Yoruba, como los demás grupos africanos, creen en la participación activa de los antepasados. La muerte, para ellos, no significa sólo el fin de la vida humana. La vida terrestre, se prolonga hacia una vida más alla de la tumba. Y continuará en alguno de los nueve espacios del Orún (Cielo), el dominio de los seres sin Èmì (Vida). Asi la muerte no representa una extinción, sino el paso de una vida a otra.

Los antepasados o ancestrales son llamados Òkú Òrun y Àgbagbà, sino también con el título de Ésà, nombre usado para reverenciar a los ancestrales en el rito Ìpàdé en los Candomblés. Un antepasado es alguien, de quien una persona desciende, sea a través de su padre o de su madre, en cualquier período del tiempo y que la persona viva conserva relaciones filiales afectuosas. Solamente llegarán a la condición de ancestral, con merecimiento del culto, aquellos que llegasen a una edad avanzada, con una vida de buena calidad, y efectuados trabajos sociales además de haber tenido buenos hijos.

Para los Yoruba un casamiento sin hijo, es algo no bien visto. Su sistema de valores tiene por base tres cosas, a saber: Owó (Dinero), Omo (Hijos) y Àíkú (Vida larga). Esta última es la mas importante, porque es la posibilidad por la cual las otras dos se hagan realidad.

Ya llendo hacia el Orún (Cielo), los ancestrales se liberan de todas las restricciones impuestas en la Tierra, de esa manera, adquieren poderes que pueden ser usados para beneficiar a sus familiares, que aun están en la Tierra. Por eso es necesario que se mantengan en un estado de paz y contentos. Cuando se dice que hay un culto a los ancestrales, en realidad es la manifestación del relacionamiento familiar indestructible, entre el familiar que partió y los que aun quedaron vivos. La palabra homenaje, sería en este caso la correcta, para poder entender esta situación.

El encaminamiento del espíritu, luego de los rituales realizados, consta en pasar nuevamente por el portón de Oníbodè (Portero), en dirección a Olódùmarè (Dios) para recibir el juicio de sus actos en la Tierra. De acuerdo al Orún (Cielo) que le fuera destinado ( recordemos que hay nueve espacios), continuará ejerciendo sus funciones familiares, ahora de una modo mas poderoso sobre sus descendientes. Ellos continuarán llamándolo Bàbá mi (mi padre) o Ìyá mi( mi madre). De esta manera en sus comunicaciones dirán "Voy a hablar con mi padre/madre" y no " voy a hablar con el espíritu de mi padre/madre"

Toda la religión encara esto: Nacimieno, Vida y Muerte ( Ìbí, Ìyé, Àti Ikú ), La Otra Vida ( Iyè Lébin Kú ), el Juicio Divino ( Ìdájó ti Olórun ) y el Posible Retorno en Otras Vidas ( Àtúnwa ).

ANCESTRALES

El espíritu de un antepasado puede ser invocado con el fin de tomar una forma material, apareciendo solo y hablando, trayendo bendiciones y orientaciones, para quien lo desee. Esta forma recibe el nombre de Egúngún ( enmascarados ). Para preservar su condición de Ará Órun ( habitante del Órun - Cielo ), este espíritu se presenta totalmente envuelto en su vestimenta llamada agò, confeccionada con telas de diversos colores abalá, tiras coloridas bànté e ópá, confeccionadas de manera que lo cubra de cabeza a los pies, pero no ocultando las características físicas principales.

El solo ve a través de un agujerito hecho en la tela a la altura de los ojos y cubierto con una red llamada Kàfó, para esconder su identidad. Nadie, salvo algunas personas autorizadas llamadas Òjè, pueden acercarse y tocarlo. Para comunicarse usa una vos gruesa y fuerte séègì, y siempre en lenguaje ritual, traducida por los Òjé, los cuales se valen de una varita de madera denominada ìsan, extraída del árbol Àtórí, o de las nervaduras de Igi ope, ( árbol de dendé). Popularmente en los Candomblés se la llama vara de Àtóri. Se lo suele llamar Egun, que significa esqueleto, hueso.

En Brasil este culto, tiene su saceredote más elevado Aláàpinri, que en tierras Yoruba debe ser un hombre monórquido, o sea con un solo testículo. Esos Egúngún son relacionados con los Orixás y en las representaciones públicas, usan los símbolos de los propios Orixás, para mostrar su identidad Bàbá Agbóulá; Àjímúdá ou Yánsàn. La palabra Bàbá, cuando se utiliza en esos casos definiendo los Egúngún, se lo hace por el respeto que tiene la ancestralidad y revivida en esa manifestación.

En los ritos del Candomblé, toda vez que se reverencian los Orixás, una parte de las ceremonias son destinadas a los ancestrales de la comunidad.

Son conocidos como Ésà y son representados por los títulos que tenían: Ésà Asika, Ésà Obitiko (Bámgbósé), Ésà Oburo (Oba Sàniyà), Ésà ajadi, Ésà Adiro, Ésà Akésan e Ésà Akáyodé.

Culto de los Eggunes


Los cultos de origen africano llegaron junto con los esclavos a Brasil. Los yorubanos - uno de los grupos étnicos de Nigeria, resultado de varias agrupaciones tribales, tales como Ketu, Oyó, Ijexá, Ifan e Ifé, de fuerte tradición, principalmente religiosa - nos enriquecieron con el culto de divinidades denominadas genéricamente de orixás. (1 - por razones gráficas y para facilitar la lectura, los términos en idioma yoruba fueron aportuguesados. Ej.: orisá = el orixá/oricha.)

Esos negros yorubanos no sólo adoran y rinden culto a sus divinidades, sino también a sus ancestrales, principalmente los masculinos. La muerte no es el punto final de la vida para el yorubano, porque él cree en la reencarnación (àtúnwa), es decir, la persona renace del mismo seno familiar al cual pertenecía; ella revive en uno de sus descendientes. La reencarnación se realiza en ambos sexos; es un hecho terrible y penoso para ellos no reencarnar.

Los muertos del sexo femenino reciben el nombre de Iami Agbá (mi madre anciana), pero ellos no son individualmente venerados. Su energía como ancestral se aglutina de una manera colectiva y es representada por Iami Oxorongá, también llamada: Iá Nlá , la gran madre. Esta inmensa masa de energía que representa el poder de la ancestralidad colectiva de lo femenino es venerada por la " Sociedad Geledê", compuesta exclusivamente por mujeres, y sólo ellas detentan y manipulan este peligroso poder. El miedo del enojo de Iami en las comunidades es tan grande que, en las fiestas anuales en Nigeria en honor al poder femenino ancestral, los hombres se visten de mujer y usan máscaras con características femeninas, bailan para calmar el enojo y mantener, entre otras cosas, la armonía entre el poder masculino y el femenino .

Además de la Sociedad Geledê, existe también en Nigeria la Sociedad Oro. Éste es el nombre dado al culto colectivo de los muertos masculinos cuando no son individualizados. Oro es una divinidad así como Iami Oxorongá, siendo considerado el representante general de los antepasados masculinos y venerado solamente por hombres. Tanto Iami cuanto Oro son manifestaciones del culto a los muertos. Son invisibles y representan a la colectividad, pero el poder de Iami es más grande y, por consiguiente, mas controlado, inclusive, por la Sociedad Oro.

Otra forma, y más importante de culto a los ancestrales masculinos, es elaborada por las " Sociedades Egungum." Éstas tienen como finalidad celebrar ritos a hombres que fueron figuras destacadas en sus sociedades o comunidades, cuando vivos, para que ellos continúen presentes entre sus descendientes de forma privilegiada, manteniendo en la muerte su individualidad. Estos muertos aparecen de manera visible pero camuflada, la verdadera respuesta religiosa de la vida después de la muerte, denominada Egum o Egungum. Sólo los muertos del sexo masculino hacen apariciones, porque sólo los hombres poseen o mantienen la individualidad; a las mujeres le es negado este privilegio, así como el de participar directamente del culto.

Esos Eguns son venerados de forma adecuada y específica por su sociedad, en lugares y templos con sacerdotes diferentes de los de los orixás. Aunque todos los sistemas de sociedad que conocemos sean diferentes, el conjunto forma una sola religión: la yorubana.

En Brasil existen dos de esas sociedades de Egungum, cuyo tronco común se remonta al tiempo de la esclavitud: Ilê Agboulá, la más antigua, en Ponta de Arena, y una más reciente y ramificación de la primera, o Ilê Oyá, ambas en Itaparica, Bahía

El Egum es la muerte que vuelve a la tierra en forma espiritual y visible a los ojos de los vivos. Él "nace" a través de ritos que su comunidad elabora y de las manos de los Ojé (sacerdotes), muñidos de un instrumento invocatorio, un bastón llamado "ixã", que, tocando en la tierra 3 veces y acompañado de palabras y gestos rituales, hace que la "muerte se transforme en vida", y el Egungum ancestral individualizado esté de nuevo "vivo".

La aparición de los Eguns está rodeada de misterio, diferente al culto de los orixás, en el cual el trance se sucede durante las ceremonias públicas, delante de ojos profanos, de fieles y de iniciados. El Egungum simplemente surge en el salón, causando impacto visual y usando la sorpresa como rito. Se presenta con una forma corporal humana totalmente recubierta por una ropa de tiras multicolores, que caen desde la parte superior de la cabeza formando una gran cúmulo de telas, debajo de la cual no se ve ningún vestigio de lo que es o de quien está bajo esa ropa. Habla con una voz gutural, inhumana, ronca y, a veces, aguda, metálica y estridente - característica de Egum, llamada de séègí o de sé, y que está relacionada con la voz del mono marrón, llamado ijimerê en Nigeria .

Las tradiciones religiosas dicen que bajo la ropa está solamente la energía del ancestral; otras corriente afirman que bajo las telas está algún meriwo (iniciado en el culto de Egum) bajo trance mediúmnico. Pero, contradiciendo la ley del culto, los mariwo no pueden caer en trance, de cualquier tipo que sea. Sea como sea, Egum está entre los vivos, y no se puede negar su presencia, energética y mediúmnica, pues las ropas están allí y ahí está el Egum.

El estudio de la deidad Iyamí Ochooronga

El estudio de la deidad Iyamí Ochooronga

Por Ifasemu

El pájaro de la bruja chilló anoche el niño muere hoy. ¿Quién no sabe que fue la bruja chillona de la noche anterior la que dio muerte al niño? Odu de Ifá Osá Meji Otros Nombres de la Deidad Iyamí Ochooronga cuenta con seguidores que son las brujas o brujos y estos pueden ser blancos, rojos, negros, buenos, malos y regulares. Estos seguidores, que conforman junto con su reina el culto de la hechicería, son conocidos como un - todo bajo otros nombres: Ajonjún, Dignatarios de la Noche, Ancianos de la Noche, Aje Awon Iyami: que significa "mis madres", Eniyan o Eleye: cuando aparecen en forma de pájaros, Oghhudian ni yason: como es nombrada en la región de Beni, Iquenromo: también llamada así en la región de Beni. Caracterización Según refieren, en sentido general, las enciclopedias, brujería es el arte u oficio del que sabe, y la palabra bruja se relaciona con saber (conocer). A través del tiempo esto ha degenerado en la creencia de que la brujería es el empleo de medios sobrenaturales para dañar o perjudicar. Según estudios de campo del señor J. O. Awolalú, el concepto general de las personas es que: ...una bruja es una persona conocedora que se supone posee poderes sobrenaturales a causa de formar una alianza con espíritus malos y mediante tal alianza y colaboración, la posesión del oficio que le permite realizar actos sobrenaturales que, en la mayoría de los casos, son destructivos. Por tanto, las brujas son vistas como la personificación del mal, como personas malas que hacen daño a otras... ...Por otra parte en su libro Modern Witchcraft, Frank Smyth ofrece un interesante y esclarecedor recuento de una resurrección y regreso de la brujería en las llamadas naciones civilizadas del mundo. En estas naciones a la brujería se le llama el "culto de Wicca ". Se dice que "bruja " se deriva de la palabra "wicca " del inglés medieval que significa "sabio ". En este libro se sostiene que: ...la brujería es la verdadera religión de Europa, usurpada por el cristianismo pero no desalijada del todo por este. Se trata del culto a las fuerzas creadoras del universo, el reconocimiento a las dos mitades que hacen el todo, la unión del macho y la hembra... negro y blanco... Es igualmente el medio a través del cual la humanidad logra canalizar las fuerzas originales de la creación, los poderes mágicos de siglos atrás, traducirlos a términos físicos, y emplearlos para el bien o el mal... ...la brujería, donde quiera que se practique, tiene rasgos característicos. Ahora examinaremos estos rasgos tal y como se presentan en la tierra yorubá. ...la brujería es intangible, no se trata de algo que pueda ser manipulado o tocado...es síquica... está rodeada de misterios. Las brujas son en su mayoría mujeres, pero no es del todo desconocido que haya hombres que también practiquen la brujería. Otra característica importante de la brujería es la organización de reuniones nocturnas. Estas reuniones se llaman Ajo. Se dice que las brujas se reúnen de noche entre la media noche y las dos de la madrugada mientras sus cuerpos físicos permanecen en cama en sus casas. La reunión no se efectúa de forma física. Si una persona común estuviera pasando cuando las brujas están reunidas, esta pudiera no ser capaz de verlas. En la descripción de estas, Idowu dice: ...las brujas son seres humanos de gran determinación y con inclinación diabólica... Ellas son las verdaderas malvadas que derivan una sádica satisfacción en ocasionar desgracia a otras personas... ...Por otra parte, se espera que el hombre ame a su prójimo y la sociedad en que vive tiene ciertos principios de moralidad. Si el hombre hace aquello que no es ético se describe como malo; pero si hace lo que es ético y aceptable, es bueno. En África a una persona mala se le dice frecuentemente que es un brujo. Nadel manifiesta' esto de forma suscinta al decir: ...la mujer que se comporta corno los nupes creen que se comportan las brujas, es alguien cuyo carácter contradice los preceptos e ideales comunes de conducta; es alguien de condición malvada, excéntrica, atípica... no es de una anormalidad física... que sencillamente es una cuestión de mala suerte,... sino, de la anormalidad de lo social y moralmente desviadas. En otras palabras, cualquiera que haga aquello que es contrario al patrón aceptable para la sociedad, particularmente cuando la persona involucrada hace algo que es lasivo para la sociedad, se le tildará de bruja. Se cree que este es el mundo de Oloddumare, que el Creador del mundo es bueno y que El quiere que el hombre tenga lo mejor de la vida, por lo tanto, si existen elementos evidentes de maldad, deben existir igualmente algunos factores responsables de este quebrantamiento del flujo ordenado y uniforme de la vida. Así se introduce la brujería para explicar las desgracias. Cuando en la vida social y doméstica surgen ansiedades y tensiones, cuando las cosas no marchan de acuerdo con lo previsto, cuando hay infecundidad Ti-esterilidad, depresión o miseria, terribles accidentes , o muertes prematuras, fracasos en los negocios, en los estudios y otras actividades, los africanos culpan a la brujería. De esta forma, cuestiones que de otra manera hubieran resultado difíciles de explicar, encuentran una sencilla justificación. Los yorubás tienen la creencia de que las brujas poseen unos pájaros que producen un chillido peculiar cuando vuelan en medio de la noche en su trayectoria hacia el Ajo (lugar de reunión). Los ancianos que se hallan fuera de sus casas o los que todavía están despiertos dentro de estas, generalmente se dirigen al pájaro diciendo: A kiioso pe ki ode orisa o ma de, bi ko ba ti de wara eni, ¡Onaire o!, "Uno no puede decretar que las cazadoras de orichas (las divinidades) no cazen, siempre que ellas no cazen a nuestro vecino cercano, ¡buen viaje!" Esta es una forma de rogar a las brujas que no le hagan daño alguno al que suplica. Igualmente demuestra que la gente cree que las brujas son seres terribles y que constituyen una fuente de temor para los humanos. Al igual que los cazadores salen en expediciones, las brujas salen en misión de búsqueda de seres humanos a quienes poder destruir, por eso dicen. Aje ke lanaa Orno ku lonii; Ta nio sai mo pe Aje ana lo pa omo je? El pájaro de la bruja chilló anoche; el niño muere hoy; ¿Quién no sabe que fue la bruja chillona de la noche anterior la que dio muerte al niño?1 El estudio de la deidad Iyamí Ochooronga a través de las historias del cuerpo literario de Ifá nos permitirá conocer con más profundidad qué es en realidad el culto de la hechicería, cómo y por qué opera, y la forma en que los seres humanos podemos librarnos de su influencia. Según plantea Ifá la única fuerza o divinidad que puede vencer la fortaleza de la brujería es el Suelo/7ierra. El juramento propuesto por Orúnmila y Orichanlá a las brujas, fue tomado contra la destrucción injustificada de las vidas humanas. Esto nos dice el por qué las brujas no tienen poder para destruir a los verdaderos hijos de Oloddumare, así como también a los seguidores devotos de Orúnmila. 'El odu de lfá Osá Meyi nos cuenta, por qué ellos no matan a nadie a no ser que la persona se halla opuesto al juramento prestado entre Orichanlá, Orúnmila y los hechiceros (brujos). Los hechiceros (brujos) no matan a ningún hombre que realmente actúe de acuerdo a los caracteres distintivos y tabúes proclamados por Oloddumare el Todopoderoso. Orúnmila reveló que originalmente los hechiceros (brujos) eran más considerados que los mortales profanos. Fueron los seres humanos quienes primero los ofendieron matándole a su único hijo. ...Resulta que la bruja, lyamí Ochooronga, y la profana, Ogbori, vinieron como hermanas al mundo al mismo tiempo. La profana tuvo diez hijos, mientras que la bruja solo tuvo uno. Un día la profana iba al único mercado disponible en aquel tiempo, llamado Ojo Ajigbomekon Akira. Este se encontraba situado en el límite entre el Cielo y la Tierra. Los habitantes del Cielo y la Tierra acostumbraban a comerciar en común. Como la profana iba para el mercado, le pidió a la bruja que le cuidara a sus diez hijos durante su ausencia. La bruja cuidó a los hijos de la profana con esmero y nada le sucedió a ninguno de ellos. Entonces llegó el turno a la bruja para ir al mercado y le pidió a su hermana que cuidara a su único hijo en tanto estaba ausente. Cuando Iyamí Ochooronga se marchó, los diez muchachos de la profana se interesaron en matar un pájaro para comer. Ogbori le dijo a sus muchachos que si ellos deseaban la carne del pájaro, ella iría a los matorrales a cazar pájaros para que los comieran, pero que no debían tocar al único hijo de la bruja. Mientras su madre estuvo en los matorrales, los diez muchachos se confabularon, mataron al único hijo de la bruja, y asaron su carne para comer. Según los diez muchachos de Ogbori estaban matando al hijo de la bruja, la fuerza sobrenatural de la última le dio la señal de que las cosas por la casa no iba bien. Rápidamente desistió de su viaje al mercado y regresó a la casa, solo para descubrir que su hijo había sido asesinado. Comprensiblemente, estaba molesta porque cuando su hermana fue al mercado, ella se esmeró en cuidar a sus diez hijos, sin que tuvieran ni un rasguño, pero cuando llegó el momento de ella ir al mercado, su hermana no pudo cuidar de su único hijo. Lloró amargamente y decidió recoger sus cosas y marcharse de la casa donde vivía con su hermana. Ellas tenían un hermano con el que llegaron al mundo al mismo tiempo, pero que prefirió vivir en medio del bosque porque no deseaba ser molestado por nadie. Este era Iroko. Cuando Iroko oyó a la bruja llorando, él la convidó le dijera qué estaba sucediendo y ella le explicó cómo los hijos de su hermana Ogbori mataron a su único hijo sin su madre ser capaz de detenerlos. Iroko la consoló y le aseguró que desde aquel momento en lo adelante, ellos debían alimentarse de los muchachos de Ogbori. Fue a partir de aquel día que, con la ayuda de Iroko, la bruja comenzó a atrapar a los muchachos de la profana, uno a uno. Orúnmila intervino para detener a la bruja en la destrucción de todos los muchachos de la profana. Fue él quien imploró a Iroko y a la bruja y les preguntó, qué aceptarían ellos con el fin de detener la matanza de los niños de los mortales profanos. Es así como Orúnmila introdujo el sacrificio de (Etutu) el ofrecimiento a la Noche, el cual lleva un conejo, huevos, buena cantidad de aceite y otros artículos comestibles. Como Echu, no podemos antagonizar a las brujas sin el carácter adecuado. Solo tratamos de saber a través de la adivinación (consulta) qué es lo que podemos ofrecerle para procurar su apoyo en el y el momento en que les son entregados los elementos que piden en sacrificio, en muchas ocasiones se despegan de la espalda de uno. Aquellos que no entienden este aspecto de la existencia humana, .son los que caen fácilmente víctimas de la brujería.' Oloddumare mismo proclamó que el suelo (Otá Olé), debía ser la única fuerza que destruiría a cualquier bruja o divinidad que trasgrediere cualquiera de las leyes naturales. Este decreto fue proclamado cuando una poderosa doctora bruja del Cielo llamada Eye to yu Oke to qu Orun fue comprometida en la destrucción de las divinidades terrenales como consecuencia de su comportamiento malvado en la Tierra. También vemos que el poder ejercido por los Ancianos de la Noche, les fue dado por Oloddumare en el momento en que Oloddumare vivía libre y físicamente con las divinidades. A las brujas les fue dado el poder exclusivo para mantener la vigilia cada vez que Oloddumare estaba tomando su baño, exactamente antes del canto del gallo. Estaba prohibido ver a Oloddumare desnudo. A la divinidad bruja fue a la única que se le dió esa autoridad. En ocasiones la divinidad bruja le dió la señal al gallo de que Oloddumare había tomado su baño, después de lo cual el gallo cantaba por primera vez en la mañana... Oloddumare no obstante, no dejó al resto de la creación sin esperanzas a merced de los Ancianos de la Noche. A través del odu Osá Oché Orúnmila revelará cómo Oloddumare esperaba de nosotros que nos protegiéramos contra los poderes de la brujería. Había una hermosa muchacha en el palacio de Oloddumare, que se encontraba preparada para casarse. Oggún, Ozain y Orúnmila, estaban interesados en la muchacha. Oloddumare convino entregar a la muchacha en matrimonio a cualquier admirador que probara ser digno de su mano. La prueba a ser ejecutada a modo de elegibilidad para tomar la mano de la muchacha era, cosechar un ñame de la finca divina sin romperlo, una tarea aparentemente simple. Oggún fue el primero en ofrecerse para ejecutar la tarea. Él fue hasta la finca y desarraigó al ñame. Según lo sacaba, este se partió, lo cual claramente eliminó su candidatura. Ozain fue el próximo en probar su suerte. Él finalizó también con la misma experiencia. Le llegó su turno a Orúnmila para ir a la finca. Él no se movió directamente a la finca. Decidió conocer por qué aquellos que lo precedieron fallaron y qué hacer para triunfar. Fue a una adivinación, durante la cual le fue dicho que sin que ninguno de ellos lo supiera, Oloddumare había designado a los Ancianos de la Noche, para vigilar la finca divina. Por esta razón, ellos eran los responsables de la conjura de que los ñames desarraigados se partieran. Le fue dicho que los agasajara con razupo de judías, pan de maíz frío y todos los artículos de naturaleza comestibles, y un conejo grande, y depositara el agasajo en la finca por la noche. En consecuencia él ejecutó el sacrificio en la noche. Aquella noche, todos los custodios de la finca divina celebraron la comida. En la misma noche, Orúnmila tuvo un sueño, en el cual las brujas enviaban a alguien para decirle que no fuera a la finca al siguiente día. Él debía ir al siguiente día, al próximo día, las brujas colocaron un fuerte aguacero con el objetivo de suavizar el suelo. Después todas las brujas tomaron un juramento solemne de no conjurar el ñame de Orúnmila a que se partiera. Al tercer día Orúnmila se dirigió a la finca y desarraigó el ñame exitosamente y se lo trajo a Oloddumare, quien al instante le entregó la muchacha en matrimonio. A través de la investigación, se ha llegado a descubrir que ellos pertenecen a una esfera cosmogónica, que les ha merecido el nombre de los Ancianos y dueños de la Noche. A partir del odu Osá Meyi, ellos llegaron a asentarse en el mundo y se convirtieron en poderosos. Tanto, que ninguna otra divinidad puede someterlos. Ellos pueden desbaratar los esfuerzos de todas las demás divinidades que dejen de darles su debida consideración. Esta investigación también demuestra que no son tan malos como en muchas ocasiones los pintan. Como todos los grupos de cuerpos celestiales y terrenales, hay hechiceros (brujos) benévolos y malévolos. Probablemente, ellos dirigen el más justo sistema de justicia. Ellos no condenan sin prueba justa y acertada. Si alguien se les acerca con una acusación contra cualquiera, considerarán todas las partes antes de tomar una decisión.' Los odus Oché Osá y Osá Meyi, nos dicen cómo las brujas llegaron al mundo y cómo dominaron a todas las divinidades. Veremos también a partir del odu Ogbe Irosun cómo los hombres de líe una vez decidieron antagonizar con las brujas, como resultado de lo cual las brujas se retiraron al pueblo de llu Omuo o Ilu Eleye en las afueras de Ife. Desde su nueva residencia, las brujas resolvieron despoblar a Ife matando sus habitantes uno a uno. Después que Ife había perdido a muchos de sus hijos e hijas, los ancianos decidieron librar una guerra en el pueblo de Eleye. Todas las tropas enviadas para combatirlas nunca regresaron con vida. Todas las otras divinidades fueron contactadas para salvar la situación, pero sus esfuerzos fueron neutralizados por la habilidad superior de las brujas de Omuo. Finalmente, Orúnmila fue declarado mediante adivinación pública para ser el único capaz de comprometerse con las mujeres. Tan pronto como fue contactado para el trabajo, él hizo los sacrificios necesarios y en vez de dirigirse a Ilu Omuo con su tropa, él fue con una procesión danzaría, la cual bailó de lleno en el pueblo. Cuando las mujeres vieron una larga procesión de hombres y mujeres esplendorosamente vestidos bailando en el pueblo con música melodiosa, se dieron cuenta de que era tiempo de retornar a casa en Ife. Después que ellos conocieron lo que estaba sucediendo, todos regresaron a Ife y hubo una reconciliación general y júbilo.' Otra vez, este incidente ilustra claramente que no es fácil vencer las fuerzas de la brujería a través de la agresión, sin recurrir a una autoridad superior. La forma más fácil de tratar con ellas es a través del apaciguamiento. Orúnmila no resuelve ningún problema valiéndose de la confrontación a no ser que todos los medios de conciliación hayan fallado. No obstante, en ocasiones él acude por auxilio a las divinidades más agresivas para que les hagan trabajos sucios. El es una divinidad muy paciente. El plantea que solo puede reaccionar después de ser ofendido treinta veces y no obstante esto, le toma a él por lo menos tres años para sentirse ofendido después de darle al ofensor amplia oportunidad para el arrepentimiento. Nuestro interés fundamental no es un estudio comparativo de la brujería sino simplemente exponer algunas observaciones v enfatizar algunos hechos esenciales: a) que la brujería ha estado presente desde tiempos inmemoriales, no parece haber existido época o lugar en la Tierra donde la brujería ola magia no hayan sido practicadas; b) que algunas de las llamadas naciones civilizadas del mundo que tienden a ridiculizar el concepto de la brujería en África y que sostienen que el culto es una ilusión, no son sinceras pues existe la evidencia de que se está resucitando el culto en sus propios países y a su propio modo; c) la brujería es casi universal y subsiste. La razón por la cual el hombre cree en espantos, males y en fuerzas misteriosas es porque los espantos, los males y las fuerzas misteriosas están ahí y son muy reales. El hombre es sensiblemente consciente de la actividad de estos poderes a su alrededor y rechaza ser persuadido de que estos son imaginarios. Para los yorubás nada sucede por casualidad, las cosas son causadas por alguien directa o indirectamente mediante el empleo de poderes y creen igualmente que hay individuos que tienen acceso a estos poderes místicos los cuales pueden emplearse con fines buenos o malos. Este poder se origina en un ser sobrenatural, pero en la práctica es inherente a, o viene de, o llega mediante algunos objetos físicos, excepto en el caso de la brujería que es síquica. El hombre teme incluso, por ejemplo, a la presencia del Iroko cerca de su vivienda pues este árbol, que es también una deidad, está vinculado directamente con los Ancianos de la Noche y se cree que el espíritu que en él habita produce terribles sonidos a intervalos. Este árbol no puede ser tumbado a menos que se realicen ritos especiales. Es al pie de este o en su copa que tienen lugar importantes reuniones de brujos y esto pudiera explicar por qué este es uno de los lugares donde regularmente se colocan los sacrificios ofrecidos. Además del Iroko, entre los árboles que se consideran morada de ciertos espíritus, están Aragba (ceiba; Eriodendron orientale) el Ayan (doradillo africano) y el Omo (Cordia millenii). Muchos de estos son enormes y sobrepasan a otros árboles. Ellos causan la admiración de los hombres, que parecen enanos en su presencia. Igualmente, los árboles que tienen un crecimiento anormal, por ejemplo, una palma con tres troncos, no pueden dejar de ser vistos como inusuales y en consecuencia se les considera una posible morada de espíritus. El hombre reverencia tales árboles y ata a su alrededor un pedazo de tela roja o blanca para señalarlo como sagrado. Ante estos árboles "sagrado s - se depositan ofrendas de vez en cuando, aunque esto se hace particularmente durante las fiestas anuales y siempre que los curanderos desean coger de sus raíces o cortezas. En un ese Ifá del odu Idí Ogbe se pone de manifiesto que solo Orúnmila adquiere el poder de contrarrestar la fuerza de la hechicería. Lo triste de todo esto es que casi no existe ningún tipo de protección contra los brujos ya que los sacrificios apenas sirven de ayuda cuando están listos para atacar. La protección del hombre más segura contra los brujos es su Orí, Orúnmila, Oloddumare y la divinidad de la Tierra o suelo (Otá Olé), siempre que estemos dispuestos a pagar nuestra deuda con la humanidad como hijos de la profana que somos. Mitos A través de un ese Ifá del odu Osá Meyi, se nos revela cómo fue que llegó la reina del culto de la hechicería a la Tierra. Cuando Osá Meyi descubrió que la mayoría de las divinidades se habían marchado hacia la Tierra, decidió ir y ver cómo era el lugar. Fue por adivinación a tres sacerdotes de lfá llamados: Aje Eni Je. Ee Mo Odun. Ala Ra Ra Ije Eemaagbe Ogbologbo Ekutele. Eeje Erin Ogini Ninu (Ile. Cualquier cosa que lo muerda a uno no sabe cuando termina el año. El que ingiere alimentos cocinados para comer no se preocupa por conocer al agricultor que los produjo. La rata doméstica grande no le permite al gato que se quede en la casa. A Osá Meyi se le aconsejó que hiciera sacrificio porque iba a practicar el arte de Ifá entre hechiceros. Se le dijo que diera un chivo a Echu, una guinea a su Ifá y una paloma a su cabeza. El no hizo el sacrificio porque estaba muy apurado por venir al mundo. Cuando él era uno de los dieciséis hijos de Orúnmila que decidieron venir al mundo alrededor de la misma fecha, no halló el camino en el momento adecuado debido al chivo que no ofrendó a Echu, su ángel de la guarda no lo pudo guiar porque a él tampoco le hizo sacrificio, su cabeza tampoco pudo salvarlo porque a ella tampoco le ofreció sacrificio. Por lo tanto, andaba vagando por el camino hasta que llegó al último río del Cielo antes de cruzar hacia el mundo. En la orilla del río se encontró con la madre de los hechiceros, Iyamí Ochooronga, quien llevaba allí mucho tiempo ya que nadie accedía a cruzarla por el río. Ella también venía hacia el mundo pero se encontraba muy débil para cruzar el pequeño y estrecho puente sobre el río. El puente se llamaba Ekoko. Iyamí Ochooronga le rogó que la ayudara a cruzar el río, pero él le explicó que el puente no soportaría a las dos personas a la misma vez. Ella entonces le propuso que abriera la boca para que ella se le pudiera meter dentro. El accedió y ella buscó un lugar dentro de su estómago. Cuando él llegó al otro lado del puente, le dijo que saliera pero ella se negó alegando que su estómago constituía una morada adecuada para ella. Habían comenzado los problemas de Osá Meji con la hechicería. Cuando ella se negó a salir, él pensó que podía engañarle diciéndole que moriría de hambre dentro de su estómago, pero ella respondió que no moriría de hambre mientras él tuviera un hígado, un corazón e intestinos ya que esas eran sus comidas predilectas. Osá Meji comprendió el problema que enfrentaba cuando la mujer le mordió el hígado. Entonces extrajo sus instrumentos de adivinación y llamó a Ifá para salir del aprieto. Ifá le dijo que hiciera sacrificio inmediatamente con un chivo, una botella de aceite y tela blanca, lo que sacó rápidamente de su bolso divino (akpominijekun). Enseguida cocinó el hígado, el corazón y los intestinos del chivo y le dijo a Iyamí que había comida lista para ella. Cuando la mujer olió el invitador aroma de la comida, salió de su estómago. No obstante, ella le dijo que le estaba prohibido comer delante de alguien, entonces él hizo una tienda con la tela blanca y ella se metió dentro para disfrutar de la comida. Mientras ella comía, Osá Meyi se alejó corriendo y rápidamente halló un útero donde introducirse y venir al mundo. Tan pronto como Iyamí Ochooronga terminó de comer, buscó a Osá Meyi por los alrededores pero no lo pudo hallar. Comenzó a gritar el nombre de él Osasa, osasa, osasa, que es el grito de los hechiceros hasta el día de hoy. Todavía ella lo está buscando.' Este odu nos revela cómo fueron las primeras ofrendas a los Ancianos de la Noche. Osá Meyi corrió hacia el interior del útero de la primera mujer con que se cruzó cuando huía de Iyamí Ochooronga. No sabía que evadía la sartén para caer en el fuego, porque la mujer que iba a ser su madre era miembro del culto de Iyamí Ochooronga. Él llegó para salvar un hombre cuya esposa había hecho los preparativos para ofrecerlo como un sacrificio a los Ancianos de la Noche. Cuando Osá Meyi nació, siempre lloraba tarde en la noche pero nadie sabía a qué se debían sus llantos nocturnos. El padre era un lego que no tenía conocimiento de lo que estaba sucediendo. Tan pronto como Osá Meyi lloraba en la noche, los padres se despertaban para tranquilizarlo. Solo la madre conocía el secreto de por qué el niño siempre lloraba de noche. El niño solía llorar para interrumpir el proceso ritual de sacrificar al padre para una comida en el culto de los hechiceros. Ese proceso continuó hasta que el niño fue lo suficientemente grande para hablar. Tan pronto como creció y fue capaz de hablar en lugar de llorar durante la noche, gritaba la palabra lyamí Ochooronga lo cual despertaba instantáneamente a la madre y esto la hacía apartarse abruptamente de la ceremonia ritual de la noche para tratar de sacrificar al esposo. Esto sucedía, un día particular, cada semana. Una noche, los hechiceros citaron a la madre para que explicara por qué ella abandonaba la reunión abruptamente cada vez que estaba rezando con el chivo (ella acostumbraba a convertir al esposo en un chivo antes de tratar de matarlo debido a que los hechiceros no mataban seres humanos sin antes convertirlos en animales). Ella explicó que era su hijo quien coincidentemente gritaba el nombre de la hechicera madre (lyamí Ochooronga) en ese punto de los procedimientos. Se le instruyó que viniera con su hijo a la reunión siguiente que sería la asamblea general y el día de banquete. Todos los hechiceros habían aportado dinero para servir sus cabezas en esa noche. Cuando llegó el día, sirvieron una tras otra las cabezas de todos los miembros y al llegar al lugar donde Osá Meyi estaba sentado, también sirvieron su cabeza pero él no comió del chivo utilizado para servir sus cabezas porque no había contribuido a comprarlo ya que no había sido iniciado en el culto. A la mañana siguiente, Osá Meyi se despertó y fue a aconsejar al padre que sirviera su cabeza con un chivo debido a un sueño que él había tenido. Le dijo que lo hiciera para que se pudiera curar pues había estado enfermo durante mucho tiempo. El padre aceptó el consejo del pequeño niño y compró un chivo para servir su cabeza. Después de hecho el sacrificio, Osá Meyi le pidió a la madre una olla abierta de barro y aceite abundante. El recolectó partes del chivo y todos los restos de la carne que no habían sido comidos, los puso en la olla agregando aceite y sal al igual que arena de suelo (representada en la actualidad por el polvo divino de adivinación), entonces fue a depositar la olla en el incinerador. Esa fue la primera ofrenda echa por un ser humano a los Ancianos de la Noche y también como se hacen las ofrendas a ellos hasta el día de hoy. Después del sacrificio, todos se acostaron a dormir, pero al día siguiente la madre no despertó. A partir de entonces su padre se curó. Las cosas se aclararon para Osá Meyi después de la muerte de su madre, le dijo al padre que su madre había sido la responsable de su indisposición y le narró cómo él solía vEses Ifá representativos Según otro ese Ifá del mismo odu Osá Meyi, podremos conocer cómo finalmente este resuelve sus problemas con los hechiceros mediante un acuerdo. Fue él quien los trajo a la Tierra y quien los salvó de su total extinción de la faz del planeta. Inicialmente el asunto concernía a Orichanlá quien como el propio representante de Oloddumare en la Tierra, encabeza a todas las divinidades, incluida la comunidad de hechiceros. Orichanlá tenía dos lagos al fondo de su casa. Uno de ellos solía quedarse sin agua durante la temporada de seca mientras el otro suministraba agua todo el año. Los dos lagos eran utilizados comúnmente por todos y cada uno de ellos. Pero las esposas de Orichanlá se mofaban de él por permitir a los hechiceros, entre otros, hacer uso de su lago. El reaccionó haciendo que el lago de todas las estaciones fuera para uso exclusivo de su hogar, mientras permitía a los hechiceros utilizar el que se quedaba sin agua en la temporada de seca. Conociendo que su lago no podía suministrarles agua durante la temporada de calor, los hechiceros fueron por adivinación sobre qué hacer para garantizar que este los abasteciera durante el año entero. Se les aconsejó que dieran un macho cabrío a Echu. Luego que Echu comió, se zambulló en el lago exclusivo de Orichanlá, removió la piedra con la cual estaba represado el manantial del lago y la transfirió al lago de los hechiceros. El efecto de la piedra era impedir que el agua filtrara bajo Tierra. Seguros de que su lago no se secaría más, los hechiceros designaron a dos pájaros para que lo protegieran de los intrusos. Los pájaros se llamaban Ikaare y Otuutu. Cuando llegó la temporada de seca, el lago de Orichanlá se secó rápidamente mientras el de los hechiceros permaneció lleno de agua. Los hechiceros le mostraron a los dos pájaros una señal de aviso para que los alertara si algún intruso venía a coger agua de su lago. Cuando la familia de Orichanlá empezó a quedarse sin agua fue al lago de los hechiceros. Los pájaros le permitieron coger agua pero las esposas también se metieron en el lago para bañarse. Fue entonces que los pájaros comenzaron a dar aviso a su jefe. tu tu. Con esto, los intrusos se dieron cuenta de que había guardias cuidando el lago. Rápidamente huyeron hacia su casa. Cuando los hechiceros llegaron les preguntaron a los guardias por la identidad de los intrusos v ellos respondieron que estos eran miembros de la familia de Orichanlá. Los hechiceros juraron castigar a Orichanlá por contravenir su propio decreto, al permitir que su familia utilizara el lago de ellos. El Canto de Marcha de los Hechiceros era: Eni Asoro, orno eronko aafobo oniyan To Orisa Taayare, Aarije, Aarimu. Hoy se desató la baraúnda Todos los pájaros del bosque hablarán como seres humanos. Hoy destruiremos a Orichanlá y a sus esposas. Cuando Orichanlá escuchó en la distancia el canto de guerra de los hechiceros, huyó de su casa para buscar refugio junto a Oggún, quien se preparó para pelear con los invasores y se sentó en la entrada de su casa en espera del arribo de los hechiceros. Tan pronto llegaron a la puerta de Oggún, este sacó su machete que despidió fuego. Pero ellos se tragaron a Oggún con sus instrumentos de pelea y Orichanlá escapó por la puerta de atrás. Se refugió en la morada de Changó que corrió igual suerte. Orichanlá corrió a las casas de todas las otras divinidades pero todas fueron tragadas por los hechiceros invasores. Finalmente corrió a casa de Orúnmila y este le preparó un escondite en su santuario. El hizo que Orichanlá se ocultara debajo de su santuario y lo cubrió con una tela blanca con la cabeza sobresaliendo a través de esta. Esto se representa hoy por la elevación que sobresale de una cubierta blanca en el santuario de Orúnmila. Esta recibe el nombre de Orite. Osá Meyi sacó entonces su bandeja de adivinación y preparó el polvo de adivinación y las marcas de su propio Ifá y con la vara de autoridad lo esparció sobre la casa gritando Ero Ero Ero (esto es paz, paz, paz). Cuando los hechiceros llegaron al cruce de caminos cercano a la casa se desorientaron y quedaron confundidos.
Pero enviaron a sus dos buscadores de caminos a que dirigieran su avance a donde quiera que estuviera Orichanlá. Los dos rastreadores encontraron a Orúnmila en la entrada de su casa y le dijeron que habían llegado allí siguiendo las huellas de Orichanlá. El les confirmó que de hecho lo tenía retenido pero les argumentó que ya se encontraba tan deteriorado y falto de vida que si le daban muerte en ese estado no había carne en él. Los convenció para que le dieran siete días para engordarlo antes de que ellos lo mataran. Ofreció entonces compartir la carne de Orichanlá. erla en sueños.' Él les habló con un encantamiento que está prohibido que se mencione o recite porque llama a la destrucción. La esencia de esto es que él los hechizó para que aceptaran cualquier explicación que les ofreciera para poder retener a Orichanlá. Bajo el influjo del encantamiento ellos accedieron y se retiraron a su lugar de procedencia. A la mañana siguiente Osá Meyi hizo adivinación y se le dijo que diera una gallina negra a Ifá y un macho cabrío a Echu. El lo hizo enseguida, sabiendo que los hechiceros acortarían la duración de los días y noches siguientes. También se le dijo que preparara un banquete con conejo para los hechiceros y vino de palma envenenado con polvo divino y el encantamiento que no pudo ser mencionado con anterioridad. También preparó un recinto cercado frente a su casa y una especie de goma adhesiva, llamada ate en yorubá, para embadurnar la cerca. Dispuso de dieciséis asientos de madera, igualmente embadurnados con la goma y los colocó dentro del lugar de recepción. Poco después llegó el día fijado y en ese momento Osá Meyi preparó el banquete y colocó la comida y la bebida en el recinto. Tan pronto como llegaron, los hechiceros se sentaron y comenzaron a comer v a beber. Una vez finalizado el banquete le dijeron a Osá Meyi que trajera ante ellos a Orichanlá y antes de que pudiera darles respuesta uno avistó a Orichanlá en el santuario donde este esperaba a los invasores. El que lo había descubierto gritó que Orichanlá estaba debajo del santuario de Orúnmila. Cuando se dispusieron a atacar sucedió que Echu los había pegado firmemente a sus puestos y estaban imposibilitados. Cuando trataron de hacer rodar sus asientos, la goma del cercado inmovilizó sus alas v fueron completamente dominados. En este momento, Osá Meyi le dio su cuchillo de lfá a Orichanlá, quien se aferró a su vara de autoridad y comenzaron a destruir a los hechiceros uno tras otro. Una vez que aniquilaron a todos, exhalaron un suspiro de alivio. Ellos no sabían que uno había logrado arrastrarse para buscar refugio debajo del santuario de Orúnmila, en el mismo lugar donde Orichanlá se había ocultado antes del ataque. Mientras los mataban, cantaban: Ota mi po Yee Okon kon nu Uku saan paa yeye. Mis atacantes son muchos Yo los mataré uno tras otro. Cuando Orichanlá divisó al que se escondía debajo del santuario de Orúnmila, quiso darle muerte igualmente pero Osá Meyi se lo impidió alegando que no podía destruirse a alguien que se refugiara debajo de su santuario de lfá, exactamente igual que su vida (la de Orichanlá) había sido respetada luego de esconderse bajo el mismo santuario. Entonces ellos sacaron al hechicero que era una mujer y quitaron la goma de su cuerpo. Cuando la examinaron en detalle descubrieron que estaba embarazada. Osá Meyi señaló entonces que estaba prohibido dar muerte a una mujer embarazada. Por esto, en Beni se dice así: Aigbozi gbekem. Orichanlá insistió que si se permitía sobrevivir a la mujer, ella produciría más hechiceros que intentarían destruir al mundo al igual que lo habían tratado de hacer los de la primera generación de hechiceros. Se cree con toda firmeza que si a aquella mujer se le hubiera dado muerte esa noche, ello hubiera significado el fin de los hechiceros sobre la faz de la Tierra. No obstante, Orichanlá sugirió que se le debía obligar a jurar que no destruiría personas inocentes en la Tierra. Osá Meyi propuso entonces a Orichanlá que el suelo o la Tierra (Otá Olé), era la única divinidad capaz de destruir a los hechiceros si ellos se portaban mal, ya que esta es la única potencia que sobrevive a todas las potencias y fuerzas en la Tierra. El cavó un hueco en el suelo, lo llenó con todos los artículos de comida y lo cubrió con nueces de kolá. Entonces ellos la hicieron jurar que el suelo le daría muerte a ella o a cualquiera de sus descendientes de generación en generación si alguna vez mataban a un hijo de Oloddumare o de Orúnmila sin justa causa. Ella hizo el juramento y comió la kolá que estaba sobre el montón. No obstante, ella les pidió que le dijeran cómo era que se iba a alimentar si no podía dar muerte a ninguno de los hijos de Oloddumare o de Orúnmila. Orichanlá replicó que si él o cualquiera de sus hijos los ofendía a ellos o sus problemas les eran presentados a él, él compensaría la ofensa matando a un animal, ya fuera carnero, chivo, ave, etcétera y regaría la sangre en el exterior de su casa. Esa es una señal de que el trasgresor le ha pagado la ofensa cometida. Entonces ellos lo deberán dejar tranquilo. Ese es el significado de la sará (sacrificios de animales a los Ancianos de la Noche para limpiar una transgreción) que los hijos de Oloddumare hacen hasta hoy. Es una señal de que el ofrecimiento viene de parte del hijo de Oloddumare y los hechiceros lo aceptarán y le concederán sus deseos. Por otra parte, Osá Meyi le dijo que si ella veía cualquier alimento confeccionado en una olla y depositado en un cruce de caminos, junto a la orilla o sobre un horno, debía saber que era de un hijo de Orúnmila y debía aceptar la comida y dejar tranquilo a quien se la ofrecía. Este es el Etutu que Orúnmila frecuentemente aconseja que sus seguidores realicen a la Noche cuando tienen problemas con los hechiceros. Esta es la razón por la cual las marcas del polvo divino de Osá Meyi frecuentemente se hacen en la bandeja de adivinación cuando se realizan ofrendas a la Noche. El encantamiento que no puede ser mencionado aquí y que los sacerdotes de Ifá repiten cuando hacen una ofrenda a la Noche es para recordarles que quienes la hacen pertenecen a Orúnmila y que ellos deben recordar el juramento que hiciera su madre en el día predestinado. El significado de esta revelación es que ninguna divinidad es capaz de hacer frente a los hechiceros cuando estos se deciden a pelear, ellos siempre pueden vencerlos con excepción de Oloddumare y de Orúnmila, por la forma en que estos los manejaron aquella noche predestinada. Cualquiera que crea que los amuletos u otras preparaciones diabólicas pueden vencer a la hechicería está sencillamente engañándose a sí mismo, a no ser que los hechiceros transgredan el acuerdo realizado por su madre aquella noche que los salvó de una total extinción.' A continuación veremos mediante un ese lfá las funestas consecuencias que trae la negativa al sacrificio, en este caso específicamente a los Ancianos de la Noche. Eti Lawo Moruge, Ita Aare Nige Ata Ono. Fueron estos los sacerdotes de Ifá que hicieron adivinación para Adeguoye, el único hijo del rey. Adeguoye nació cuando su padre ya estaba muy viejo. Los sacerdotes de Ifá le aconsejaron a Adeguoye, poco después de la muerte de su padre, que hiciera sacrificio a los Ancianos de la Noche, con un chivo y que ofreciera un macho cabrío a Echu, de modo que pudiera vivir durante las ceremonias de coronación. Por ser un hombre joven, no comprendía la significación de las ofrendas en sacrificio. Por lo tanto, no podía entender por qué tenía que hacer sacrificio por algo que simplemente era una ceremonia tradicional. Por otro lado, después del entierro de su padre los coronadores lo invitaron a hacer los preparativos para que lo sustituyera en el trono. La ceremonia debía comenzar con un retiro en un cónclave secreto durante catorce días. Una noche las brujas quienes normalmente no atacaban sin antes avisarle a la víctima, lo visitaron y le frotaron el cuerpo con sus manos. A la mañana siguiente él se enfermó. A pesar de su indisposición, aún no estaba convencido de que debía realizar el sacrificio. Su madre, que era la única que lo podía haber aconsejado, ya estaba muy vieja para poder hacer algo por él. Al séptimo día de hallarse en el cónclave, murió. Su muerte no se anunció formalmente. Bajo el pretexto de un toque de queda (oro), su cuerpo fue llevado a la casa y la ceremonia de coronación se completó póstumamente por su hijo pequeño, quien fue hecho rey. El siguiente ese lfá nos enseña cómo el odu Oyekú Eturukpón resolvió el problema de la brujería. Oyekú Eturukpón fue por adivinación a un sacerdote de lfá llamado Ogbomu Gbomu Ja Ijaja Gbomu quien le aconsejó hacer sacrificio cuando los Ancianos de la Noche estaban detrás de él. Para poder campear la tormenta debía hacer inmediatamente un sacrificio especial, perforar el piso de su sala de estar o dormitorio y descuartizar una chiva dentro del hueco con las hojas apropiadas. En el hueco debía ser enterrada la cabeza de la chiva junto con un huevo y dos caracoles. Después de realizada la ofrenda, los dos pájaros o lechuzas que acostumbraban -a gritar en el techo de su casa dejaron de venir. Uno de los pájaros murió y el otro levantó vuelo para no regresar nunca más. Este fue el odu que disipó el culto de la brujería cuando las brujas planearon destruir la bondad y la salvación en el mundo.10 El odu Ogbe Oché fue quien nos dio a conocer la llegada del dinero al mundo y la influencia negativa de las brujas sobre las demás deidades. ...él entonces narró la historia de cómo el dinero llegó al mundo. Durante la era de la Divinosfera, las divinidades habían estado suplicando a Oloddumare que mandara dinero al mundo para que sirviera como medio de intercambio. El ángel de la guarda de Ogbe Oché le dijo que cualquiera que corriera detrás de las riquezas a la desbandada perecería antes de la noche. Con esta advertencia, el ángel de la guarda le aconsejó que cuando el dinero llegara al mundo, él debería ser el último en ir por él. Finalmente, antes de desaparecer, su ángel de la guarda le aconsejó criar una cotorra sin revelar el significado de hacer esto. El actuó como fue dicho. Tres meses más tarde, la cotorra comenzó a gritar cada mañana y noche: owo towa la toorun, ekaa roo, que significa el dinero que llegó del Cielo, buenos días. Por la noche diría: owo towa lato Orun, ekaaleo que significa el dinero que llegó del Cielo, buenas noches. La cotorra cantó estas palabras por varios días sin Orúnmila entender el mensaje que esta recalcaba. Una vieja que vivía al lado que era la reina de las brujas fue la única que entendió el mensaje de la cotorra. Posteriormente ella convino una reunión con todas las divinidades para notificar el mensaje de la cotorra de Orúnmila. Ella les dijo que el dinero había llegado al mundo y que ellos debían seguirla pista en dirección al Este del pueblo o hacia donde la cotorra miraba en sus saludos por la mañana y por la noche. Una tras otra, todas las divinidades buscaron, encontraron y cavaron la montaña de dinero pero siempre fueron destruidas por la avalancha de este sobre ellas y regresaron al Cielo sin lograr sus propósitos, pues se dejaron vencer por la avaricia. Solo Orúnmila faltaba por ir en busca del dinero. Recuérdese que cuando la reina de las brujas hizo anuncio por primera vez sobre la llegada del dinero Orúnmila sugirió que ellos debían hacer adivinación antes de ir en su busca. Los otros se habían burlado de él, con la decisión de que llegaría el momento en que Orúnmila no comería ninguna comida preparada para él sin antes ir a una adivinación. Cuál es la necesidad, había preguntado Oggún de hacer adivinación antes de ir por el dinero y se desentendieron de la sugerencia de Orúnmila. Poco sabían ellos de que Oloddumare tenía su propio tiempo para enviar el dinero al mundo como unidad de valor. Como las divinidades prefirieron apropiarse de la coordinación propia de Oloddumare, él decidió enviar el dinero al mundo para terminar con la vida de los codiciosos y beneficiar la de aquellos que fueron perseverantes. En la adivinación le fue dicho a Orúnmila que el dinero solo permanecería y perduraría con aquellos que lo dominaran y que el único medio de dominarlo era dándole de comer. Eso significaba que él debía hacer sacrificio con dos palomas, dos escaleras y dos cerrojos en U, Orúnmila procedió a hacer el sacrificio en un sitio de la montaña de dinero. El retuvo una escalera y uno de los cerrojos después de darle a Echu lo que quedaba. A la mañana siguiente partió para la montaña de dinero, realizó el sacrificio y en concordancia con la prescripción de la adivinación, él regresó a la casa sin tocar la elevación donde se encontraba el dinero. Cuando llegó a la mañana siguiente, Echu había colocado una escalera alargada que se estrechaba en el tramo más alto de la montaña. Según aconsejaba la adivinación él comenzó el largo proceso de ascender la escalera para excavar la montaña desde la cima Cada vez que cavaba, veía los instrumentos usados anteriormente por las otras divinidades. El encontraba un número de cauries posados en sus pechos y mantuvo los números separadamente. Ese número de cauries encontrados sobre los pechos de cada divinidad es el que los vástagos adeptos y sacerdotes de esas divinidades usan para la adivinación hasta nuestros días. Aquellos sobre cuyos pechos él encontró cuatro cauries son consultados por sus sacerdotes en la adivinación con el mismo número, sobre cuyos pechos él encontró ocho o dieciséis cauries son consultados en consecuencia con aquellos números en la adivinación. Estos son los adivinadores que consultan el oráculo con los cauries. Fueron las brujas las que incitaron a que las divinidades perecieran por el dinero. De esta manera Orúnmila se convirtió en la única divinidad que triunfó, al excavar el dinero sin perder la vida. Por eso es que también el altar de Orúnmila es el único que tradicionalmente es decorado con un asiento de cauries, en conmemoración a su triunfo al excavar el dinero de la cima." En la siguiente historia se revela a los Ajonjún como enemigos del hombre. Un hombre llamado Ondese estaba asediado por la muerte y los demás Ajonjún, pero lo salvaron los sacerdotes de Ifá, quienes lo pintaron con el jugo del ibuje. El jugo convirtió a Ondese, de un hombre de tez clara, en un negro. Cuando los Ajonjún llegaron a su casa, no lo reconocieron porque el color de su piel había cambiado. Te conocen como Olalekun, Y tu otro nombre es Omininkun. No se puede voltear el elefante para tallarlo. Su nombre es Atatabía-kun, El pequeño y terrible hombre de la noche. Un perro macho significa honor, Una aguada macho se conoce como la luna. El hijo es fuente de cuentas de Okun, el hijo es fuente de todas las riquezas. Mientras las nalgas del hijo no están provistas de cuentas. No se adornarán con cuentas la cintura del hijo del otro. Al hijo siempre se le trata como hijo. Se consultó a Ifá el nombre de Ondese. El hombre de la tez clara de la loma Apa, Cuya casa era perturbada por la muerte y la enfermedad, Cuya casa era perturbada de manera persistente Por todos los Ajonjún. Por ello el sacerdote de lfá le dijo que ofreciera mucho ibuje como sacrificio y se volvió muy negro, Corno resultado de ello. Los Ajonjún no pudieron reconocerlo. Comenzó a bailar. Comenzó a regocijarse. Comenzó a alabar a los sacerdotes de Ifá Mientras los sacerdotes de lfá alababan a Ifá. Se golpearon los gongs en Iporo, Se tocó el tambor atan en lkija. Se usaron baquetas para tocar una música melodiosa en 1rerimoghe. Abrió la boca un poco Y de sus labios salió la canción de lfá. Cuando estiró las piernas, Empezaron a bailar solas. Dijo: Muerte, no mates al hombre ibuje por error. Ahora que puedes confundir al hombre con otra cosa. Ahora que en lo adelante has de confundir el hombre con otro ser. Guerreros celestiales Den media vuelta y váyanse rápido Ahora que en lo adelante has de confundir el hombre con otro ser.12 En este pasaje Echu ayudó a un hombre llamado O/orno a destruir a los Ajonjún que lo agobiaban metiéndoles harina de ñame en las bocas. Se cree que los Ajonjún no pueden probar la harina de ñame, porque les pone la boca amarga y les tranca las mandíbulas. Se consultó a Ifá en nombre de Olomo El alto y corpulento. Todos los Ajonjún daban vueltas alrededor de Olomo, Querían matarlo. Le dijeron que hiciera un sacrificio, Y así lo hizo. Un día, la Muerte, la Enfermedad y el Daño se pararon, Y marcharon a la guerra contra la casa de Olomo. Hallaron a Echu delante de la casa, Cuando trataban de entrar en la casa de Olomo. Echu les metió harina de ñame en las bocas varias veces. Cuando la harina de ñame tocó sus bocas Algunos murieron, Y algunos enfermaron, Pero ninguno pudo entrar en la casa de Olomo. Cuando Olomo se sintió feliz, Comenzó a cantar la canción de los sacerdotes de lfá. Dijo: Atata - tain - tain. Se consultó a lfá en nombre de Olomo, El alto y corpulento. La Muerte que quería matar al sacerdote de Ifá Ya no puede matarlo, La Muerte se ha alejado de la cabeza del sacerdote de lfá, La Muerte no come harina de ñame, Si la Muerte trata de comer harina de ñame, La boca se le pone tiesa, Las mandíbulas se le trancan. La Enfermedad que quería afligir al sacerdote de Ifá, Ya no puede afligirlo. La Muerte se ha alejado de la cabeza del sacerdote de Ifá. La Muerte no come harina de ñame, Si la Muerte trata de comer harina de ñame, La boca se le pone tiesa. Las mandíbulas se le trancan. Todos los Ajonjún que querían atacar al sacerdote de Ifá, Ya no pueden atacarlo. La Muerte se ha alejado de la cabeza del sacerdote de Ifá, La Muerte no come harina de ñame, Si la Muerte trata de comer harina de ñame, La boca se le pone tiesa, Las mandíbulas se le trancan.13 El próximo pasaje pone al descubierto los malvados fines de las brujas, para destruir al hombre y a su obra. Cuando las brujas y los seres humanos venían del Cielo a la Tierra a cada grupo se le preguntó, con qué fin iban a la Tierra. Las brujas dijeron que su propósito era destruir todas las cosas hechas por los seres humanos. Los seres humanos dijeron que venían a la Tierra, para hacer todas las cosas que consideraban útiles. Se le dijo a ambos grupos que hicieran un sacrificio. Las brujas hicieron su sacrificio, pero los seres humanos no. Por eso, cuando llegaron a la Tierra, las brujas empezaron a matar a los hijos de los seres humanos y a destruir sus propiedades. Los seres humanos no podían hacer nada para destruir a las brujas. Por lo tanto, confeccionaron unos Ègúngún, con los que se enmascararon y usaron los proverbios para insultar a los brujos. Paaka arqueó la espalda como joroba, y recogió cuarenta cauries del suelo. Se consultó a lfá en nombre de la bruja, también se consultó a lfá en nombre del ser humano, ambos venían del Cielo a la Tierra. A ambos se les dijo que hicieran un sacrificio. La bruja dijo que cuando llegara a la Tierra, echaría a perder la obra del ser humano. El ser humano dijo que cuando llegara a la Tierra, haría lo que quisiera, también a él se le dijo que hiciera un sacrificio, pero no lo hizo. Cuando ambos llegaron a la Tierra, cada vez que el ser humano tenía hijos, la bruja los mataba, todas las pertenencias del ser humano eran dañadas por la bruja. El ser humano regresó a ver al sacerdote de lfá y realizó el sacrificio que no había hecho la vez anterior. Le dijeron que fuera e hiciera un Ègúngún, vistió las ropas de Ègúngún y empezó a hablar en proverbios contra la bruja. Dijo que eso era exactamente lo que le habían predicho los sacerdotes de lfá. Paaka arqueó la espalda como una joroba y recogió cuarenta cauries del suelo. Se consultó a lfá en nombre de la bruja, también se consultó a Ifá en nombre del ser humano, ambos venían del Cielo a la Tierra.. Todas las brujas aunque son seres humanos. la brujas le impiden a los seres humanos descansar.14 En el siguiente pasaje del odu Ofun Meyi se nar ra la historia de una mujer llamada Erubami quien estaba atormentada por las brujas, porque se negaba a darle tortas de fríjol a la madre de las brujas. Las brujas enviaron sus pájaros Ogbingbin para que fueran y gritaran de manera aterradora en el traspatio de la casa de Erubemi. Erubemi fue a ver a Ofun Meyi para averiguar la causa del grito persistente del pájaro. Le aconsejaron que ofreciera las tortas de fríjol que se había negado a darle a la madre de las brujas. Cuando hizo lo que le dijeron sesó el grito aterrador del Ogbingbin. El milano graznó, no se calló. Ogbingbin graznó, no acalló su terrible graznido. ¿Hay algún enfermo en ese barrio? Se consultó a Ifá en nombre de Erubami quien ofendió a la madre de las brujas. Le dijeron que hiciera un sacrificio. Erubami solía vender tortas de frijoles. La madre de las brujas le pidió tortas de frijoles pero Erubami se las negó. Cuando anochecía, Ogbingbin comenzaba a lanzar gritos aterradores en el traspatio de Erubami, cuando el graznido de Ogbingbin duraba ya hacía mucho y no cesaba, Erubami comenzó a gritar. Ella dijo. Tengo miedo. tengo miedo. Así gritaba hasta que llegó a la casa de Ofún Meyi quien le aconsejó ofrecer tortas de frijoles a la madre de las brujas. Luego de hacer lo que le ordenaron fue que tuvo paz.15 Seguidamente veremos cómo el odu Ogbe Osá detiene la amenaza de la hechicería en contra de Ife. El éxito con el cual Ogbe Osá .abordó los problemas de Ife, le dió el título de Ojugbona. lo que lo hacía adivino real. Kuyin kuyin oshuro ose olore. Ose olore oshu rose kuyin kuyin Odifa fun gongo hiyo toon sije Olori eye ibini. Eejo orno ile Ife ugbagunle, Eeja gba gba ile Ife rigbale, Ugba Erumole oju gotun Ugba Erumole ojo gosil Gbohbo won kole ikpa ogongo hiyo. El cabecilla del culto de hechicería en Beni, llamado Ogongo Hiyo en yorubá, había estado asolando al pueblo de Ife. Por mucho tiempo las doscientas divinidades ala derecha y a la izquierda habían tratado de vencer a los brujos, pero sin éxito, entonces el pueblo de Ife llamó a Ogbe Osá para que se hiciera cargo. En la adivinación se le dijo a Ogbe Osá que hiciera sacrificio con una tortuga, un chivo, un cuchillo, un gallo, una paloma y veintiún cauries. El hizo el sacrificio, recogió las hojas apropiadas, las preparó y ató el sacrificio a la parte trasera de la tortuga. La tortuga con la carga de sacrificio en su espalda fue llevada a la cocina y tapada en el piso con un mortero. Aquella noche Ogongo Hiyo fue a Ife y voló sobre la casa de Ogbe Osá, parándose sobre la azotea gritó: Mo ni eye loun neye. Amu ko sorororo. La tortuga que estaba debajo del mortero replicó: Emi aghun Emi aghun Emi aghun Moru kuja. Ogongo Hiyo dijo que venía a llevarse algunas víctimas y la tortuga le contestó que le daría la peor batalla de su vida. Ogongo Hiyo se preguntó quién seria la tortuga que osaba responderle así. Cuando comprendió que estaba en casa de Ogbe Osá hizo pedazos el techo y entró, ya adentro repitió el reto y la tortuga le respondió igual, en la cocina sucedió lo mismo y la tortuga contestó con igual fiereza desde abajo del mortero. Luego él despedazó el mortero y rugió, la tortuga le contestó con igual ferocidad, él miró a la tortuga con desprecio y se la tragó. Cuando la tortuga entró en su estómago, el cuchillo que tenía en su espalda le destrozó los intestinos a Ogongo Hiyo causándole dolores. Al llegar al cruce del camino, la tortuga cayó en su ano y murió, entonces la tortuga comenzó a bailar alrededor suyo. El primer grupo de mujeres que vio el cadáver fue el grupo de senos grandes. el segundo grupo es el de busto mediano y el último fue el de senos pequeños. No obstante, la maldición de Ogongo Hiyo se terminó. A la mañana siguiente Ogbe Osá fue invitado a ver el cadáver y mientras caminaba hacia el cruce cantaba: Wori Awo wee mawo. Awo ati okpa orere. Riru ebo agbeni. Ariru kesu kiighe niyan. Ebo taafi wi oni titu nigbeni. A difa fun Ogbe Osá, Nijo toun shegun Ogongo Hiyo Eerere yeuke. Olori eye Oku. Eerere yeuke. Así fue como él anunció la muerte del rey de los brujos de Beni. Planta del Oricha Nombre vulgar: Caoba. Nombre yorubá: Iroko, Apá, Ayan. Hábitat: En Cuba se da en toda la isla, es de terrenos pedregosos calcáreos, o de transición entre la caliza y la serpentina. Existe en África, Antillas Mayores, Islas Vírgenes, La Florida y Bahamas y de forma minoritaria en casi todos los países del mundo. Origen: África. Aplicaciones: Su corteza se usa en cocimientos para el catarro, contra el pasmo o tétanos, en baños para enfermedades de la piel, para la pulmonía, para la cura de heridas y hemorragias traumáticas capilares, es un astringente poderoso en las afecciones atónocas de las membranas, como verbigracia en el último período de las purgaciones, la resina sustituye a la goma arábica de segunda clase que contiene propiedades emolientes y pectorales. Su madera es muy codiciada en la industria. Alrededor de este árbol y sus copos se cree que el culto de la hechicería efectúa sus reuniones nocturnas. Está considerado un árbol sagrado. Cuando se utiliza su madera para la construcción de muebles o sillones estos siempre producen un sonido muy peculiar; es el canto de Iroko. Su madera es utilizada para la preparación de trabajos de hechicería y amuletos, otros consideran a Iroko un poderoso espíritu materializado en árbol según la creencia yorubá. Tabúes Constituye un tabú para los Ancianos de la Noche la harina o puré de ñame (se dice que le tranca las mandíbulas), la calabaza, el aceite de sémola de maíz. Ofrendas Cada odu de Ifá ofrece la forma particular en que el hijo del odu debe hacerle sacrificios u ofrendas a los Dignatarios del culto de la hechicería pero la forma universal de hacerlo según recuerda el odu Osá Meyi es de la manera siguiente: Encantamiento: Está prohibido revelarlo porque evoca una gran destrucción. Es recordarle que la ofrenda pertenece a Orúnmila y que ellos no deben olvidar el juramento que realizó su madre aquel funesto día. Una cazuela de barro depositada encima de un incinerador en un entronque de caminos, por su costado, tablero lleno de polvo divino que se reza marcando el odu Osá Meyi y después se coloca encima de la comida ofrecida. Comida ofrecida: Ocho huevos crudos y ocho salcochados, abundante manteca de corojo, arroz, frijoles, carnes de res, chivo, cerdo, camero, conejo, pescado, gallina, todo cocinado; viandas, ensaladas, frutas, dulces, vino, ginebra, aguardiente, miel y nueces de kolá. El animal para el sacrificio: puede ser chivo, chiva, carnero, oveja, cerdo, pargo, gallina, guinea, gallo, etcétera. Aunque su animal predilecto es el conejo blanco, también gusta mucho de comer el hígado, el corazón y los intestinos. La especificidad del animal se precisa en la adivinación para el odu de lfá. Ante todo es aconsejable darle una gallina negra a lfá y un chivo a Echu...
Por: Rafael Molina Oluwo Ifasemu .


El mito de Ìyámi Òsòròngá -

Cuando se habla de "Iyami òsòròngá" cambia bastante el concepto antes expuesto, pues se refiere al mito sobre el poder femenino asociado a las AVES a partir de ciertas especies que han atrapado la mente del hombre por su rareza o comportamientos macabros. Aunque tampoco aislado de las mujeres o los òrìsà, el mito Ìyámi Òsòròngá se relaciona con éstas por sus estómagos, más precisamente con su útero, al cual siempre nos referimos como "igbá-ìwà" (la calabaza de la existencia). Se trata de la comparación metafórica entre un huevo fecundado y la barriga de la mujer embarazada, de allí proviene decir que la mujer tiene el "poder del pájaro encerrado en la calabaza". En el útero de la mujer no se ve a simple vista al bebé, pero sí se sienten sus movimientos, en tanto que en el huevo (de una gallina por ejemplo) no se aprecia el movimiento, pero se puede ver a tras luz a su hijo/pajarito, en ambos casos se puede palpar la fecundidad y el sorprendente poder "mágico" que esto implica.
El mito Ìyámi Òsòròngá entonces, no es el culto a las mujeres brujas ni a las aves macabras, sino que es la asociación mágica y metafórica entre el poder femenino de la fecundación y el poder místico de algunas aves nocturnas (principalmente) que sumado a ciertos temores y sentimientos negativos de los seres humanos crea en el espacio etéreo los Espíritus Colectivos (egrégoras) de las Eléye (dueños de las aves) o Ìyámi Àjé (Mi madre hechicera) o Ìyámi Òsòròngá, todas éstas denominaciones que aluden a lo mismo. Estos espíritus son impersonales, nunca tuvieron cuerpo humano ni lo tendrán, forman parte del hombre y la naturaleza al mismo tiempo, especie de "parásitos" que aparecen junto con el hombre en el mundo a causa de su existencia, no tienen consciencia, son alimentados por la ideas malignas y los temores, por eso se tornan considerablemente peligrosos en el plano astral. Pueden tener sexo masculino o femenino y siempre vienen en pareja, representando el equilibrio, la dualidad existente en todos los planos, incluso en el de nuestros propios temores más oscuros. En la imaginería popular yoruba se cree que tienen forma humanoide con plumas, más nunca se representan en imágenes o grabados, sólo se intuye su poder a través de los pájaros, los que mayoritariamente son usados como símbolos en bastones metálicos (osun) de los babaláwò o en las coronas de los oba, representando que el poseedor tiene la autoridad como para calmarles y que para ganar dicha distinción primero tuvo que rendir homenaje al Poder Femenino. Las Ìyámi Àjé actúan bajo la supervisión de Èsù y tienen estrecha relación con otros òrìsà como Ògún, que es el dueño de los sacrificios y quien provee del sagrado líquido perteneciente a Eléye, la sangre; Yemoja Odùa (también conocida como Yemowo; Yembo; Arugba; Mawu; Òòsà-nlá hembra o simplemente Odù) por haber sido la primera mujer en el mundo, transmisora de la calabaza material a las demás mujeres dentro de sus cuerpos y al resto de los òrìsà obìnrin (femeninos).
Cuando hay una influencia negativa por parte de los Eléye masculinos se dice que son los Òsó (brujos) quienes están trabajando en contra de la persona, aunque nunca hay un culpable externo responsable de estos ataques, pues en verdad siempre es la propia persona la que se gana "el castigo" a través de su comportamiento. Las Eléye son ejecutoras de la ley en un sentido inverso, es decir, buscar el bien a partir del mal. Toda persona que tenga cierta malignidad hacia los demás está alimentando estas fuerzas y al mismo tiempo atrayéndo el mal peligrosamente, lo que a la larga hace que la propia energía negativa de la persona se convierta en su propio juez, Ìyámi Òsòròngá posará sus patas encima de su cabeza. No hay ningún ebo capaz de vencer el trabajo de estos Espíritus, lo único que se puede a lo sumo es apaciguarles y eso es porque "viven" en nuestras entrañas, en estado latente. Su función se torna importante, pues a pesar de ser "enemigas" de las personas tienden a regular el comportamiento en el Ser Humano a través de sus miedos. Quien desee que Ìyámi Òsòròngá no se torne un obstáculo en su vida debe refrenar los sentimientos de envidia, celos, rencor, así como cualquier pensamiento negativo hacia sus semejantes. Se cree que las Ìyámi se reúnen en asamblea en una mesa presidida por Èsù Ebítá, que allí se conspiraría y especularía sobre las maldades a realizar enviando a los ajógun buburú luego de saber quienes hicieron o no los ebo marcados por Òrúnmìlà a través de Ifá, de este modo sirven de reguladores del comportamiento frente a las deudas generadas ante las deidades, a causa de haber roto el equilibrio existente en de alguna manera, ya sea en una vida anterior o en la presente.
A Ìyámi Òsòròngá le pertenece toda sangre derramada en la tierra y también son quienes controlan la sangre menstrual, la que cuando aparece revela la presencia cercana de estas criaturas, lo que explicaría los dolores típicos y el comportamiento histérico que suele tener las mujeres en esa etapa. Esto también es otra razón por la cual en los sacrificios para òrìsà la sangre no debe tocar la tierra - existiendo un método ritual que evita eso - y porqué la mujeres con su regla deben mantenerse apartadas del culto. De suceder cualquiera de las dos cosas o ambas, sería un tabú y la ceremonia estaría quebrada, debiendo consultar al oráculo por alguna solución.
A las Ìyámi Àjé se las identifica en la naturaleza con determinadas aves en las que se transformarían, siendo 9 (nueve) las principales: Òwìwì; òsòròngá cuyo nombre proviene del sonido que emite; èhúrù; èlúlú; eráwo; àgbìgbì; àtiòrò; àgbògbò y àràgamágò.
Se acostumbra darles preferentemente vísceras, pues se considera que son su comida favorita, las que se preparan siempre luego de cualquier sacrificio para los òrìsà de un modo especial y son presentadas en platos de barro forrados con ewé-lara. Dicho ebo para Ìyámi se denomina Ìyàlá, que significa "que el mal desaparezca". Se les ofrece también, durante cualquier sacrificio, un ekó que sirve para protección, pues las calma cuando es despejado en la tierra, éste representa el poder femenino, pues entre otros ingredientes lleva: plumas - simbolizan muchos hijos y protección; sangre - representa la menstruación y la vida.
Se presume que la palabra Àjé utilizada como "bruja" proviene de la contracción de "Ìyá jé " (la madre que come) aludiendo a su voraz apetito, siempre atraída por el olor a sangre y vísceras ella puede venir bajo la forma de mosca, pájaro, mono o incluso otros animales.
Ofò fun Ìyámi Àjé
Mo júbà ènyin Ìyámí Òsòròngá
O Tònà Èjè enu
O Tò okónèjè èdò
Mo júbà ènyin Ìyámí
Òsòròngá
O Tònà Èjè enu
O Tò okónèjè èdò
È jè ó yè ní Kálèo
Ó yíyè, yíyè, yèyé kòkò
È jè ó yè ní Kálèo
Ó yíyè, yíyè, yèyé kòkò
Mis respetos a usted, mi madre Osoronga
Usted que sigue el rastro de la sangre
Usted que sigue el rastro de la sangre de la boca y el hígado.
Mis respetos a usted, mi madre Osoronga.
Usted que sigue el rastro de la sangre interna.
Usted que sigue los rastros de la sangre interna,
de la boca y del hígado.
La sangre viva que es recogida por la tierra
y que se cubre de hongos
y ellos sobreviven, sobrevive, oh madre muy vieja.
Orin adúrà fun Ìyámi
Eléye epo 're o!
Eléye !
Eléye è Eléye mo gbédè o!
¡Oh bendice el aceite Dueña del pájaro!
¡Oh bendice el tamal de porotos molidos!
¡Oh Dueña del pájaro, yo actúo con inteligencia!
Oriki fun Ìyámi
Ibà Ìyámì o !
Ìyámì Òsòròngá mo ki o !
¡Oh reverencio a Iyami!
¡A Iyami Osorongá saludo!
Usted no me mate
Usted no me mate
Usted no me mate
¡Oh Río malvado!
¡Oh Usted visíteme, levánteme
y váyase Río malvado!
Usted visíteme, levánteme y váyase
Hasta Ifá le saluda con alabanzas
Al hígado visitas, percibes el sembradío
Visitas y te refrescas siempre en el río,
donde atrapas peces al atardecer
¡Oh río malvado,
Usted visíteme, levánteme y váyase!
Que así sea!

-autor del texto: Bàbá Osvaldo Omotobàtálá